Son canciones simples, sencillas y profundas, como casi toda la obra que caracteriza a Arnaldo, un poeta muy notable que ha venido a México en algunos festivales poéticos y que este año sacará su nuevo libro.
Ciudad de México, 4 de marzo (MaremotoM).- Explorar el ancho territorio que condensa la música brasileña contemporánea, es una tarea que no tiene fin, pero que a la larga resultará gozosa y reveladora. Es decir, si la pretensión no consiste en convertirse en la persona que más sabe de lo que por muchos críticos es considerado el más vasto corpus musical del planeta, todo lo que uno vaya encontrando en el camino, redundará en un placer de alta intensidad que todo melómano bien nacido querrá compartir con su prójimo. El paulista Arnaldo Antunes es una de esas piedras preciosas que componen el tesoro de la música del Brasil.
Tiene aspecto de un hombre que nunca estuvo aquí. Extraviado quién sabe andará por líneas consumadas y consumidas de poemas concretos, herederos de la tradición que en Brasil ha tenido representantes de fuste, por caso Hilda Hilst, Clarice Lispector, Decio Pignatari, Haroldo y Augusto de Campos, Ronaldo Azeredo, Jose Lino Grünewald, Luis Angelo Pinto…
Tiene también un aire de rockero sudamericano que es fiel a su trayectoria: fue uno de los líderes del desaparecido grupo Titás, cantera de compositores importantes como él mismo y su compañero de aventuras, Nando Reis.
Arnaldo Antunes es, además de rockero, poeta, cantante con la voz más metálica del planeta, calígrafo contumaz, un complacido padre de familia (seis hijos y esposa artista plástica, Marcia Xavier) y uno de los artistas más queridos de Brasil.
Nacido en 1960 en San Pablo, este ex estudiante de Letras va por su duodécimo disco en solitario, el último de los cuales, O Real Resiste, demuestra hasta qué punto la exquisita forma de sus canciones, disparadas en múltiples direcciones musicales, preceden a un contenido que podría definirse en tres conceptos esenciales: ternura, ingenio e ironía.

Cantor feminista, curioso bailarín (sus gestos mecánicos en el escenario hablan de un hombre reconcentrado y muy seguro de sí mismo), Arnaldo es el tribalista, junto a Carlinhos Brown y Marisa Monte(sus hermanos del alma), menos conocido, acaso el más misterioso y subyugante del último fenómeno discográfico brasileño.
Entrar en su cosmos es sacar el boleto a un mundo donde las palabras, en raíz y apariencia, dan testimonio de un artista íntegro e integral, es convertirse inmediatamente en un verdadero fanático de Antunes.
Quienes se permitan el privilegio de escucharlo, disfrutarán de un músico y poeta exquisitamente personal, un mago de la sensibilidad sin tapujos, un artista con la obra a flor de piel.

O REAL RESISTE
O Real Resiste es el nombre del duodécimo álbum como solista de Arnaldo Antunes, grabado en Piracaia (SP), en el estudio O Canto da Coruja, a mediados de 2019.
Arnaldo compuso las diez músicas de su nuevo disco. Producido por Gabriel Leite y el mismo Arnaldo, el nuevo álbum contiene, además, la música “João”, hecha en conjunto con Cézar Mendes, guitarrista y compositor, dedicada obviamente a João Gilberto (1931 – 2019).
“O real resiste”, el nombre que le da título al disco, tiene la voz grave de Arnaldo para cantar “El autoritarismo no existe / el sectarismo no existe / la xenofobia no existe / el fanatismo no existe / lo real resiste / es sólo una pesadilla y después pasa…”, en un momento donde Jair Bolsonaro y sus secuaces parecen haberse adueñado de Brasil.
Es importante ver todos los trabajos de estos artistas brasileños que como siempre están ahí y haciendo como siempre su lucha, su decir la ideología, en canciones que se notan, con el pianista Daniel Jobim que toca en O real resiste.
Son canciones simples, sencillas y profundas, como casi toda la obra que caracteriza a Arnaldo, un poeta muy notable que ha venido a México en algunos festivales poéticos y que este año sacará su nuevo libro.
Hay una canción romántica que se llama “De outra galáxia”, compuesta con la artista plática Marcia Xavier, su esposa desde hace muchos años y un tema llamado “Termo Morte”, muy íntimo, donde Arnaldo hace las paces con la mortalidad que a todos nos toca.
El disco O real resiste sólo tiene piano e instrumentos de cuerda, como esa filosofía de Joao Gilberto, decir menos para decirlo todo.
“La música brasileña en general tiene una tradición muy sofisticada. No sólo en las letras, que muchas veces son poemas cantados, sino también en los aspectos musicales, experimentales…ahí está Arrigo Barnabé, es cierto. Y están también las canciones de los 40, de los 50: Noel Rosa, Ary Barroso, luego viene la bossa nova, con Joao Gilberto, el tropicalismo con Gil y Caetano…en fin, nuestra música está en una renovación constante de lenguaje y lo único que yo hago es intentar estar a la altura de esa tradición, de ser justo con ese lenguaje. Por supuesto, tratando de aportar algo a esa tradición, lo que no es poca cosa, claro está”, dice Arnaldo.