El poeta y dramaturgo granadino da la impresión de haber sido el personaje que muchos quisiéramos ser: firme y frágil, de un espíritu tocado por algo exclusivo y una razón genial; reflexivo, atormentado y de una energía imparable.
Guanajuato, 16 de junio (MaremotoM).- Poesía Completa de Federico García Lorca (Galaxia Gutenberg, 2014). Hay autores de los que parece haberse dicho todo, o de los que es difícil agregar algo que sea novedad. Decir que se habla de un imprescindible, son palabras que deben aparecer cuando se alude a Federico García Lorca, nacido un día de junio. Se trata de un autor y un artista que, tanto en conferencias como en paseos, en la dramaturgia como en las cartas, la poesía y las fotografías, todo él fue literatura, sensibilidad y duende.
Leonard Cohen dictaba unas palabras bellísimas sobre García Lorca en su discurso de aceptación del Premio Príncipe de Asturias. Ahí, decía que fue hasta leer la poesía de García Lorca, aunque fueran traducciones, donde se dio cuenta de la existencia de una voz. Fue para él un fenómeno especial. Encontró algo diferente en la voz del granadino, halló lo buscado para cantar, un modelo que le permitió entrever una lucha de la propia existencia. Porque la voz contiene la marca de agua, permite hacer audible al autor de esos o aquellos versos, esta o esa canción. La voz nos llama y quien atiende queda cautivado.
Cohen recuerda haber comprendido algunas instrucciones en esta obra. Entre todas, una de las más importantes dice lo siguiente: “nadie debe llorar con displicencia. Si alguien va a expresar la gran e inevitable caída que nos espera a todos, debe hacerlo dentro de los estrictos límites de la dignidad y la belleza”. Lorca da la impresión de haber sido el personaje que muchos quisiéramos ser: firme y frágil, de un espíritu tocado por algo exclusivo y una razón genial; reflexivo, atormentado y de una energía imparable. Fue un astro y su fusilamiento lo convirtió en meteoro.

En 2014 se cumplieron 75 años del asesinato del poeta y dramaturgo. Galaxia Gutenberg ha reunido esas estelas y flores, canciones y gacelas, casidas y madrigales, sonetos y valses, versos, romances y odas, poemas en prosa y poemas festivos en el volumen Poesía Completa de Federico García Lorca. El compendio, de más de ochocientas páginas, incluye del Libro de poemas, con versos fechados en 1920 o Primeras canciones, que contiene poemas dedicados a Claudio Guillén, hasta completarse con la publicación de las Odas y una Colección de canciones populares antiguas. Por supuesto, se ofrecen El poema del Cante jondo, Primer Romancero gitano 1924-1927, Poeta en Nueva York y Llanto por Andrés Sánchez Mejías, por mencionar significativos títulos que se recuerdan.
Dice el propio García Lorca en “Palabras de justificación”: “En estas páginas desordenadas va el reflejo fiel de mi corazón y de mi espíritu, teñido del matiz que le prestara, al poseerlo, la vida palpitante en torno recién nacida para mi mirada […] sobre su incorrección, sobre su limitación segura, tendrá este libro la virtud, entre otras muchas que yo advierto, de recordarme en todo instante mi infancia apasionada correteando desnuda por las praderas de una vega sobre un fondo de serranía.” Parece hablar de su vida, impregnada en cada palabra que escribió.
Tener en las manos la Poesía completa significa la oportunidad de acercarse a un complejo ejercicio de cartografía de este espíritu inflamado reunido en la obra. Es la ocasión de dar con las motivaciones y vicisitudes, los impulsos o los derroteros de un poeta en búsqueda indisoluble de dejar su mirada aguda y diferente en cada verso y nota firmado por Federico.
Puede encontrar el lector la presencia de la fábula y la parábola donde el paisaje y la naturaleza son actores que seguimos gracias a la historia que cuenta como en “Los encuentros de un caracol aventurero”; también, algunas otras piezas nos remiten, como ya se sabe, a las apropiaciones de la canción popular, del zéjel o de la copla que cobraron una vitalidad inusitada gracias a García Lorca. Basta recordar “Las morillas de Jaén” para pensar en un ejemplo elocuente.
La Poesía Completa de García Lorca es la geografía que nos acerca a los temas, los recursos y los diferentes planos y simbolismos de un poeta que apenas cumplió 38 años pero ha trascendido lenguas y culturas. Está situado entre los autores indispensables para varias latitudes y una recuperación de su obra siempre será necesaria. Muestra una imagen más o menos fiel del temperamento que guió la escritura, de tal manera que podemos reconocer versos arraigados en la memoria de todos que casi nunca se han sabido existentes. García Lorca deja en el papel lo que vio pero también lo que escuchó de la tradición.
Un volumen de poesía, sobre todo de poesía, es una avanzada para proponer otros ritmos de lectura en estos tiempos. Un almanaque y una caja de papeles infinitos que se pueden leer uno a uno, como si se asistiera con ese pajarero que ofrecía al transeúnte las palabras que el destino le tiene preparado a cada cual venida del pico de un gorrión, escrita en un papel.