“Hacemos el esfuerzo, una buena comida y vamos a seguir teniendo el negocio por mucho tiempo”, así describe el chef mexicano su nuevo negocio.
Ciudad de México, 6 de junio (MaremotoM).- Hace poco escuché decir al famoso chef Tom Colicchio que “cocinar hace feliz a la gente”. Una verdad que no muchos aficionados a la cocina practican, pero que cuando encontramos a alguien forjado por esa vocación los platillos se hacen maravillosos y la comida comienza a ser un gran canal de comunicación. Jorge Córcega es un chef, vive en Milpa Alta, cerca del campo. Milpa Alta es el primer productor nacional del nopal verdura. Nacido en San Luis Potosí, se casó con una milpatense y “ya viviendo acá, en esta zona de la ciudad de México me he dado cuenta de que la calidad del producto es espectacular, muy alta”, comenta.

“Lo que buscamos es que sea una cocina de Milpa, una cocina honesta y a través de ella decir lo que queremos decir con nuestros platos”, agrega.
“Siempre ha sido nuestro objetivo posicionar Milpa Alta. Tenemos que darle ese valor, no que sea reconocido, sino que la gente venga y juzgue cuando pruebe. Que no se deje llevar porque está muy lejos o por el tema rural, que venga, disfrute, a través de estos productos, que nosotros estamos poniendo con amor y técnica. Aunque sea una ruta un poco rural, que salgas diciendo que la comida te encantó, que está muy bonito y rico”, comentaba cuando fuimos a hacer la Ruta del Milpa Alta.

Jorge Córcega sueña con muchos restaurantes y uno de ellos se dio hace poco, antes de la pandemia, en San Miguel de Allende. Las condiciones sanitarias obligaron a suspender ese proyecto, pero aquí está otro, el Restaurante de Milpa Alta, con concepto delivery, que hasta tu misma casa te trae una comida maravillosa, con un chef tan reputado como fanático de sus sabores, donde probarás un tamal rosa con lechón, un risotto con huitlacoche, un arroz con leche de cabra.
–El que sigue la consigue, dices en tu Whatsapp
–Y es cierto. Si nosotros no empezamos a trabajar, ¿cuándo? Empezamos con el tema del delivery con nuestros platillos. Son cuatro tiempos y semana a semana lo vamos cambiando. Servimos la sopa de maíces, una tostada de nopal, con mole almendrado San Pedro…
–¿Cómo estás viendo la oportunidad?
–Tenemos una oportunidad bien grande, porque esto del delivery se va a hacer más grande y no se va a terminar con la pandemia. Va a continuar. Hacemos el esfuerzo, una buena comida y vamos a seguir teniendo el negocio por mucho tiempo.

–A veces uno no sabe qué va a comer
–Esto es del campo a la mesa. El 95 por ciento lo tenemos aquí y eso nos ayuda mucho, mandamos una comida muy fresca, estás comiendo además lo hecho por un chef. Estamos vendiendo lo que decimos. Todas las comidas son mías, no le hemos copiado las recetas a nadie. En este tamal rosa con lechón, nadie más lo hace. Hay que tener mucho conocimiento del maíz. Son comunes y cotidianos los alimentos, pero no todos los días los comes. La verdad es que es muy importante no desistir con los objetivos que uno tiene con la cocina. Creo que lo hago bien.