Hay una cebra que tiene miedo de que se la coma el león, que se despierta en una cueva, que a veces se pregunta quién es. Hay insectos y hay una manipulación de los animales por parte de humanos que ya no entienden el mundo.
Ciudad de México, 8 de agosto (MaremotoM).- Rose Mary Salum no escribe poesía, pero en sus textos hay mucha metáfora para poder dirimir las cuestiones que trata. Como este libro, Donde el río se toca (Sudaquia), que yo pensé que era uno de ensayos y en realidad es un bestiario, donde los animales se muestran sorprendidos por esa no-vida de los humanos.
Hay una cebra que tiene miedo de que se la coma el león, que se despierta en una cueva, que a veces se pregunta quién es. Hay insectos y hay una manipulación de los animales por parte de humanos que ya no entienden el mundo.

Se parece un poco a tantos libros que hoy comienzan a ver los animales, como también pasaba en los 60, en los 70, con Jorge Luis Borges, con Juan José Arreola, en una literatura a veces con aire optimista, si miramos a las otras bestias, tal vez nos salvemos.
“Es un libro distinto a los otros que he publicado. Es un bestiario que trata de indagar en la otredad que son los animales, en ese ente que consideramos que están al servicio de nosotros. Cuando nosotros somos animales como ellos. Fue una forma de indagar en esa otredad y saber qué piensan, cómo actúan, en su ser animal”, afirma Rose Mary Salum.
“Estaba buscando mostrar esa inhumanidad que a veces presentamos nosotros con nosotros mismos”, agrega.
“El cuento de la cebra me parece que uno de los temas es el del ruido, de lo que la gente opina, es demasiado. Estamos bombardeados por los medios”, dice quien es también la directora de Literal, editorial y revista, que también forma parte de los medios.
ENTREVISTA EN VIDEO A ROSE MARY SALUM
“Lo que pasa es que quiero pensar que llevamos nuestros medios con una ética, queremos compartir esto con los lectores, pero a veces hay otros medios que lanzan información para lograr los likes. Se presentan las noticias en forma amarillista”, afirma.
Una de las cosas que refleja el libro es el narcisismo y la soledad.
“Ese narcisismo es lo que nos está conduciendo por el camino. Si no estás metida en redes, no existes. Hay esa competencia a ver quién devela más de sí mismo. Es una situación muy difícil”, afirma Rose.
“Más que el narcisismo yo también intentaba hablar de ese mundo interno del que todavía no hablamos. Estoy tratando de poner luz a la intimidad, el tema de la violencia intrafamiliar, el abuso de poder en las relaciones, en este formato horizontal, incluso entre las mujeres mismas, ejercemos el poder. El feminismo es muy loable, pero al mismo tiempo no se está hablando de este abuso entre mujeres”, agrega.

“Este libro es un intento de hacerlos con humor, para hacerlos accesibles a los lectores”, expresa.
Hay un estilo para decir las cosas, un punto desde donde uno observa. “Hay algo ahí de observación, de permanecer callado para determinar qué es lo que está pasando. El silencio se transmite en este libro y en los libros anteriores”, concluye.