Baltasar Garzón

“Estamos combatiendo la petición de extradición y espero que la ganemos”: Baltasar Garzón

El ex juez y actual abogado del fundador de Wikileaks, dijo que el detenido en una cárcel de Londres “sufre un deterioro físico y médico”.

Ciudad de México, 8 de septiembre (MaremotoM).- “Julian Assange sufre un deterioro físico, pero tiene mucha fortaleza moral”, fueron las apreciaciones del ex juez y abogado Baltasar Garzón (1955), durante una conferencia de prensa del Hay Festival.

Garzón, que vino a relatar su fascinante trayectoria como jurista experto en delitos contra los derechos humanos, habló con mucha humanidad de su ilustre defendido.

Acaba de sacar un libro que se llama En el punto de mira(Planeta), donde ha puesto gran parte de su vida profesional.

Ciudadano español, ha enfrentado al franquismo y su legado por todos los medios, en una actitud que revela que España (con 130 mil) es el segundo país del mundo en desaparecidos, después de Camboya.

Baltasar Garzón
El libro reciente de Baltasar Garzón. Foto: Cortesía

Baltasar Garzón es el segundo de los cinco hijos de una humilde familia de Torres, Jaén. Estudió en los seminarios de Baeza y de Jaén, pero poco después, abandonó los estudios eclesiásticos. Sus padres siempre quisieron la mejor educación para sus hijos lo que llevó a que toda la familia se trasladase a Sevilla y su padre cambiara su profesión de agricultor por la de empleado de gasolinera.

En la capital andaluza, Baltasar se licenció en Derecho en el año 1979. Después de superar las oposiciones a judicatura siendo el número 11 de su promoción, comenzó su carrera el 13 de febrero de 1981 en el Juzgado de Primera Instancia de Valverde del Camino. Después de varios destinos más, en febrero de 1988 tomó posesión de su plaza como titular del Juzgado Central de Instrucción núm. 5 de la Audiencia Nacional.

Como uno de los cuatro jueces encargados de instruir causas contra el terrorismo y el narcotráfico, en la Audiencia Nacional instruiría numerosos casos contra la organización terrorista ETA y otros varios vinculados al tráfico de drogas, como las operaciones Nécora –con la que desarticuló la organización de Laureano Oubiña-, y Pitón -con la detención de los integrantes del llamado clan de los Charlines-.

En 1993, fue nombrado Secretario de Estado para el Plan Nacional Sobre Drogas después de presentarse como independiente en las listas del PSOE a las elecciones de ese año y obtener el acta de Diputado al Congreso por Madrid. Durante el tiempo que ocupó este puesto coordinó siete Ministerios y a las Consejerías de las 17 Comunidades Autónomas con competencia en la materia, además de coordinar la política internacional del Gobierno en esa materia.

Tras dimitir del cargo de Secretario de Estado y renunciar al acta de diputado, se reincorporó a su puesto como magistrado de la Audiencia Nacional. En 2005 ejerció como Senior Fellow al Center on Law and Security y como Catedrático en el King Juan Carlos I of Spain Center, ambos organismos dependientes de la Universidad de Nueva York. A su regreso, un año después, regresó a su actividad como Magistrado-Juez a la Audiencia Nacional. En 2008 se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo, aunque poco después se inhibió en favor de los juzgados territoriales donde se encuentran las fosas de las víctimas.

Para nosotros, los latinoamericanos siempre lo tendremos muy cerca porque es el juez que ordenó la detención del dictador chileno Augusto Pinochet

Fue la noche del 16 de octubre de 1998, en la London Clinic de Londres, cuando el juez español Baltazar Garzón emitió en la víspera una orden internacional de detención y solicitó su extradición a España por una querella criminal en el marco de la Operación Cóndor, la coordinación de las dictaduras latinoamericanas para perseguir y eliminar opositores. Fueron 503 días de reclusión y aunque el Reino Unido finalmente no autorizó el traslado a España, el caso marcó jurisprudencia global sobre los crímenes de lesa humanidad.

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En Querétaro estuvo también presentando el documental The Code, que relata la lucha de un centenar de jueces, fiscales y abogados en todo el mundo por construir un nuevo código de la Jurisdicción Universal que permita combatir el genocidio y la impunidad con el apoyo de la sociedad civil.

El objetivo es que problemas tan importantes como especular con alimentos de primera necesidad, emitir bonos basura, despilfarrar dinero público o contaminar a gran escala, sean denunciables internacionalmente y se consideren crímenes contra la humanidad.

“Mas de 100 juristas de todo el mundo nos juntamos para darle un nuevo impulso a la jurisdicción universal, para crímenes de lesa humanidad, sin importar donde se hayan cometido. Fue un trabajo de varios años para terminar esta película y que estamos presentando en distintos foros y festivales”, informa Garzón.

“Mi último libro es sobre crímenes de lesa humanidad, la impunidad, es un libro que parte de los hechos reales, es un relato ágil a través de los propios protagonistas, que incluye los últimos 40 años en los esfuerzos por llevar a cabo, tanto en Latinoamérica, como en Europa, como en Asia, en África, la lucha por los derechos humanos. Hay dos capítulos dedicados a la lucha contra el franquismo en España y el futuro de la jurisdicción universal como mecanismo idóneo para combatir esos crímenes”, agregó.

“Uno de los capítulos pendientes y más dolorosos que tenemos en España es la asimilación y la forma de combatir la impunidad que durante los 40 años de democracia tenemos en mi país. No es hasta 2008 que no hay una ley de memoria histórica en España. La ley, de todos modos, es muy limitada”, dice el abogado.

“Es en 2008 cuando se desarrolla la única iniciativa al tramitar muchas de las denuncias presentadas por las víctimas. En mi caso supuso la suspensión de funciones por investigar esos hechos. Además, el cierre del Tribunal Supremo a toda causa respectiva. Tuvo que ser el impulso de las víctimas la que abriera el caso”, expresó.

Una interrelación entre Argentina y España hizo posible el juicio con problemas de ambas naciones. Cuando no se podía en el país sudamericano porque estaba la dictadura, se abrían los juicios en Europa y al revés pasaba lo mismo.

“Ahora, con el Gobierno actual (el socialista) se quiere dar alguna respuesta a las víctimas, aunque no se entra totalmente a la cuestión”, afirmó Garzón.

LA SALUD Y EL DETERIORO DE JULIAN ASSANGE

Julian Assange está detenido en una cárcel londinense desde el pasado 11 de abril, cuando fue arrestado mientras se asilaba en la Embajada de Ecuador en Londres.

“Su situación física y médica no es la idónea, él tiene la fortaleza que siempre ha tenido, la tristeza hay como una especie de olvido de lo que está produciéndose. Eso es muy peligroso, porque justifica de alguna manera la exageración y la persecución contra Wikileaks y Assange”, ha dicho la cabeza de la defensoría del comunicador australiano.

“Todo lo que Wikileaks publicó representa que ahora estemos asistiendo a un pedido de extradición que no tienen más contenido que el estrictamente político y que corresponden a un ejercicio de la función periodística”, dijo.

“Estamos combatiendo la petición de extradición y espero que la ganemos. No tiene ninguna consistencia ese pedido y espero que la justicia británica lo reconozca”, concluyó.

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