Esta novela quedó como finalista del Premio Herralde de Novela; qué cosas llevaron a la nueva edición del libro lo explica la autora, en una conversación dirigida por Fabiola Bautista, para Librería Porrúa.
Ciudad de México, 22 de agosto (MaremotoM).- El huésped (Anagrama) es la nueva edición de la novela de Guadalupe Nettel. Se trata de la extraña historia de una niña habitada interiormente por un ser inquietante, quizás imaginario, quizás no. Ana sostiene una lucha silenciosa contra esa hermana siamesa, hasta que el huésped comienza a manifestarse en su entorno familiar de una manera devastadora. Alrededor de esa presencia se fraguan los acontecimientos de una vida, entre ellos las tragedias familiares, y su existencia como adulta. Ana sabe que, tarde o temprano, ocurrirá en ella un desdoblamiento.
Esta novela quedó como finalista del Premio Herralde de Novela; qué cosas llevaron a la nueva edición del libro lo explica la autora, en una conversación dirigida por Fabiola Bautista.
“Es un libro al que le tengo mucho cariño, es mi primera novela y todos saben lo difícil que es. Yo me tardé 10 años en terminarla, la abandonaba, la retomaba y además la presenté a varias editoriales y todas me las rechazaban. Cuando me preguntan por qué decidí publicar en España y no en México, es porque Anagrama fue la primera y la única en aceptarla”, confió Guadalupe.

“Me costó mucho trabajo escribirla, mucho trabajo publicarla, ahí está quién era yo a esa edad, a los 20 y pico de años. Lo que me abrió la grieta de mis temas literarios fue un viaje que hice a Chiapas, en 1994, tuve la oportunidad de ir y de escuchar al Ejército Zapatista hablando en la Catedral de San Cristóbal de las Casas, cuando fue el diálogo con el gobierno y ellos dijeron: –México durante muchísimos años no se atrevieron a ver lo que más le duele, lo que más le avergüenza, lo que quisiera esconder a ojos de todos los demás”.
“Sale este Ejército compuesto por indígenas a decirnos que cuando sólo nos atrevamos a ver lo que más nos duele vamos a recuperar lo que más nos hace falta como país y eso es la integridad”, agrega.
“Yo empecé a preguntarme cómo sería averiguar qué es lo que más me duele y haciendo esta introspección apareció el tema de la ceguera, el tema del rechazo, y que en la novela está personificada por La Cosa”, expresa Nettel.

Anagrama quiso reeditarla porque estaba agotada la novela y a Guadalupe Nettel se le dio por revisarla, algo que considera “muy peligroso, es como una cirugía mayor, pues siempre está la tentación de reescribir”.
“Yo quería dejar el ímpetu desaforado que hay en esa novela y solamente amarrar algunas cuerdas o cabos que no estaban totalmente cerrados o algunos burdos por ahí. Fue como un descanso sentis que esa novela me seguía gustando”, agrega.
Esta novela describe un largo adiós al mundo de la vista y un encuentro con el universo de los ciegos, pero también con la cara subterránea y más recóndita de la ciudad de México. Los personajes, incluida la ciudad, se desdoblan en una confusión de reflejos, se mueven entre lo superficial y lo profundo, lo consciente y lo inconsciente, lo oscuro y lo luminoso, sin que sepamos nunca el territorio que pisamos. Son personas que, por una tara física o psicológica, no encuentran un lugar en el mundo y se organizan en grupos paralelos que imponen sus propios valores y que comprenden su rara belleza.

“He sentido muchas veces que hay mínimo dos Guadalupe dentro de mí y a veces no me reconozco. Sobre todo, me pasaba más en la primera juventud. Esa sensación de extrañeza que produce nuestro propio cuerpo, nuestra mirada. Esa sensación de extrañeza nos es familiar. Hay una parte de nosotros que nunca aceptamos del todo y tiene que ver con el personaje de La Cosa”, dice Nettel.
“¿Qué es lo que no queremos ver? En mi caso es el miedo a quedarme ciega y era este personaje Ana va a perder la vista un día y que se está empezando a familiarizar con su destino inevitable”, expresa.
La autora explora estos universos guiada por una intuición: en los aspectos que nos negamos a ver del mundo –o de nosotros mismos– se esconden las pautas que nos ayudan a sobrellevar la existencia.
La portada acaba de cambiar y El huésped fue la primera e inquietante novela de la que, con el correr de los libros y de los premios, se ha convertido en una de las voces con más presente –y futuro– de la narrativa en español.
Guadalupe Nettel también habló de La hija única (Anagrama), su nueva novela, que saldrá el 20 de septiembre próximo. “Es una historia cercana a mí, tiene que ver con gente que quiero mucho y conozco bien. En este libro en particular me basé en varias entrevistas que hice y creo que es un libro distinto en que está basado en un hecho muy real”, afirmó.
“Tiene que ver con la maternidad también, son varias mujeres las que aparecen aquí, son varias historias que se van tejiendo, que tienen una carga fuerte de realidad, pero adentrarme en ellas abren una inmensa brecha en un cielo nublado y permiten ver lados luminosos donde nadie más se lo esperaba”, concluyó.