Kevin Costner no es John Wayne, aunque le gustaría serlo. En Emboscada final, la película que ha estrenado Netflix con gran aparato, cuenta del lado del gobierno el asesinato de Bonnie and Clyde.
Ciudad de México, 14 de abril (MaremotoM).- Kevin Costner es siempre la voz de USA. Tiene 64 años, una espalda derecha, bastante panza, pero es aún ese hombre americano, la esperanza blanca por las que todas damos vuelta la cabeza.
Lo fue en Danza con lobos, cuando era joven y ganaba todo en ese mundo ostensible que es Hollywood y lo fue también en El Guardaespaldas, que si bien cuando murió Whitney Houston él se mostró muy apenado, lo cierto es que ella había declarado que le dio “mucho asco” cuando que salir a besar al gran galán del momento.
Kevin Costner no es John Wayne, aunque le gustaría serlo. En Emboscada final, la película que ha estrenado Netflix con gran aparato, cuenta del lado del gobierno el asesinato de Bonnie and Clyde. Lo ha hecho luego de varios años y cuando todo el mundo insiste en ver a los dos ladrones, que han matado a policías y robado a todos los bancos, como héroes para el pueblo.
Aquí no se centra en ellos, aunque se ve a lo lejos a una mujer renga y en el momento de la muerte una cara de niña que se contradice con esa asesina malvada que mataba a los agentes con un tiro de gracia final.
En las tareas de promoción Kevin Costner ha dicho que “es importante formar parte de proyectos que se acerquen a la verdad”.
La película cuenta la historia del Texas Ranger más legendario de la historia de los Estados Unidos: Frank Hamer, “cuya reputación fue asesinada en la película sobre Bonnie y Clyde”, estrenada en 1967, con la participación de Warren Beatty y Faye Dunaway.
La película Emboscada final es como una especie de respuesta al filme de Arthur Penn, a 50 años de aquello.
“Nosotros, la gente normal que intenta seguir las normas, no vemos resultados… Estamos confundidos por el por qué esta gente que actúa fuera de la ley parece que avanza más, aunque al final del día no siempre es así”, dijo el actor.
A propósito de Netflix, afirmó que “sólo están respondiendo a la forma en que la gente ve películas hoy en día. Esta es una película que se ve preciosa en una pantalla de cine, pero muchas veces haces películas como esta y nadie va a verlas”, expresó.
Es cierto que Hollywood y la forma de ver la historia de la gente hayan hecho románticos a los asesinos y ladrones Bonnie y Clyde, es probable que Frank Hamer haya sido visto como un victimario sin corazón, tanto así que su familia haya demandado a la Warner Bross, pero lo cierto es que la realidad tal vez no se parezca a ninguna de las dos historias oficiales, ni a aquella de Penn, ni a esta de 50 años después.
Kevin Costner sigue siendo un maderamen en la actuación, aunque lo recordemos en esa película de Clint Eastwood, Un mundo perfecto, por el que ha pasado a la historia. Sobre todo si lo comparamos con su pareja de actuación en Emboscada final, Woody Harrelson, que no sólo compone un viejo mucho más viejo de lo que es (tiene apenas 57), sino que marca ese punto justo que nos reconcilia con lo humanos que somos. Ese andar despacio, quedándose a mirar los muertos, la forma miserable en que vive, hace que esta película se salve y podamos mirarla un sábado de tiempo libre.