Este año Mario Golden visitó la ciudad de México para promover su novela Semillas publicada el año pasado por la editorial independiente Letra Blanca. Estuvo muy activo promocionándola, varias librerías, y a su vez fue entrevistado en Canal 11, Excélsior TV, el periódico La Razón, en Milenio, en medios públicos del Estado, así como varios medios digitales. Concedió esta entrevista para Maremoto Maristain.
Ciudad de México, 19 de diciembre (MaremotoM).- Nos citamos en la cafetería de la librería Torres Bodet, situada en la Santa María la Rivera, un proyecto alternativo e independiente, que contrasta para bien con las grandes cadenas de distribución editorial. Lo reconozco sentado en una mesa, trae puesto un chaleco negro con flores parecidas a las que bordan las mujeres zapotecas, grandes y coloridas pero con estilos que no alcanzo a reconocer del todo, trae puesto unos jeans y una playera azul en la que sobresale un dije colgado, una cruz como de cuarzo que brilla de tanto en tanto que la luz de la tarde se estrella en ese translúcido cristal. Veo que se encuentra en compañía, así que me acerco a saludarles. Mario esboza una sonrisa franca y me presenta a su esposo Andreas. Sin mucho preámbulo comenzamos la charla en unos sillones contiguos que nos dan la sensación de estar en un living de estilo viejo y europeo.

Semillas es su primera novela “autobiográfica casi la mitad de ella”, aclara Mario. Semillas relata la vida de Gabriel, un joven migrante mexicano a los Estados Unidos, donde se forma de manera autodidacta política e intelectualmente en la izquierda, ahí descubre y vive su sexualidad de forma abierta con otros hombres con encuentros ocasionales llenos de placer y de vacío. En el país vecino se convierte en un ferviente militante por la liberación homosexual en plena década perdida de los ochenta (del siglo XX). Regresa a México convencido de librar una batalla por el sindicalismo independiente y por la liberación homosexual y se encuentra con un Estado represor, al grado de casi pierde la vida torturado por el Estado mexicano, ese Estado de la guerra sucia y las desapariciones forzadas.
Semillas fue escrita en los primeros años de la década de 1990 y al momento de su publicación en el 2018 Mario conservó íntegramente la historia. “Esta novela la escribí con la mentalidad que yo tenía, con la manera en que yo me expresaba, como escritor tengo ya un estilo muy diferente”. Golden mantuvo la esencia histórica del personaje principal como alguien que “tiene una manera de pensar hasta cierto punto errónea, con dogmas, pero con semillas de que va a cambiar… Gabriel cuando tenga 40 años va a ser otro”.
Semillas es un retrato casi documental del sexo gay en la era pre sida, es una novela histórica de las relaciones sexuales y amorosas que Gabriel establece en México y en Estados Unidos. Pero también retrata tangencialmente las relaciones de quienes lo rodean, de sus amigas y amigos heterosexuales, del acercamiento con la militancia lésbica. Es una historia de la ingenuidad del amor y de las relaciones humanas, de las taras ideológicas y de la sororidad de las mujeres con los gays, como si al hermanarse combatieran juntos la opresión.
Semillas en el 2019
Una buena parte de ese retrato novelado de época ha cambiado radicalmente, otro no tanto, así que conversamos de la novela misma, pero también de la situación actual en México y en el mundo, de sus escritores pilares y de su vida personal. Mario vive en Nueva York, en donde ha montado algunas obras de teatro, desde ahí mantiene una cercanía con México, la entraña que le llama aunque se defina más como un nómada andante. De cara a la conversación Mario se muestra dispuesto a jugar imaginariamente con Gabriel, el personaje principal de Semillas; de situarlo en el 2019.
Sacamos a Gabriel de la novela y lo traemos al mundo del matrimonio igualitario, al de las redes socio digitales y el Love is love, la era Trump y el presente crudo y necropolítico de México. ¿Dónde se encontraría Gabriel en la actualidad? le inquiero.
–Gabriel cuando tenga 40 años va ser una persona muy distinta a la de la novela, pero alguien como Gabriel a quien le pasa lo que le pasa, que hasta lo torturan, y nunca resuelve realmente su situación legal como inmigrante jamás de los jamases se va a convertir en una persona de derecha. Conforme va pasando el tiempo y las épocas va analizando qué es lo que se tiene que hacer.

En contraste Mario revela azorado que la persona basada en el personaje de Jeffrey de Semillas, terminó apoyando a Trump, a quien Golden no duda en calificar como:
–Un narcisista-fascista, que en realidad está defendiendo a la clase más rica de Estados Unidos, los archi-millonarios, y empieza a meter esta política súper agresiva, como no se había visto antes en contra de los inmigrantes, de meterlos en campos de detención, arrebatarle a los niños de los brazos de sus padres. Está imponiendo una serie de reglas en los intercambios comerciales y aranceles. Con el poder económico militar, no importa quién sea el presidente aquí.
Al respecto Golden reflexiona: “La violencia del narcotráfico no existía, eso vino porque el PRI se desgajó y se crearon guerras de territorio, la misma descentralización del gobierno provocó que descentralizaran los mercados de tráfico de drogas. Y la intensificación de la pobreza también lleva a mucha violencia, por ejemplo los feminicidios, la violencia en contra de las mujeres, que de hecho ha ido en aumento estadísticamente, es algo muy grave”.
En este sentido le inquiero sobre el actual cambio de gobierno.
–Yo pienso que Andrés Manuel es una persona progresista, y al mismo tiempo representa los intereses de una clase también capitalista pero en competencia. Le está dando espacios a otros sectores capitalistas para que se desarrollen y que quizá no han tenido la oportunidad. Lo que me gusta de él es su énfasis en la importancia de tener relaciones buenas. Me gustó que enfocara la atención en las personas pobres e indígenas porque en México hay un gran racismo que viene desde antaño. Pero también pienso que es alguien que manipula, que está mintiendo hasta cierto punto, en ese sentido no creo que sea muy distinto a la mayoría de los políticos. Hay poca gente que tiene integridad política, Bernie Sanders yo creo que sí es alguien que tiene integridad política aunque no es anticapitalista realmente, él dice que es socialista democrático, pero yo pienso que es social demócrata. Él lo que está defendiendo ahorita lo ha defendido toda su vida.
Me cuenta de su relación con su esposo Andreas, un alemán sonriente (y no es un oxímoron) con quien comparte procesos creativos, e historias similares. “Con Andreas lo que yo encontré es una compaginación en muchos niveles, como creadores, como artistas, como pensadores, alguien que es muy inteligente, que para mí es muy importante. También se da una serie de cuestiones familiares, similitudes, compaginamos de muchas maneras, independientemente de donde venía la persona, de qué clase, de qué ‘raza’, de qué país, de qué color de piel. Simplemente siento que me correspondía como pareja. Para esto yo tengo que salirme de mis esquemas, tiene uno que estar cuestionando constantemente “
–¿Gabriel hubiera firmado un acuerdo de matrimonio igualitario?
–Yo creo que si Gabriel hubiera encontrado el amor que buscaba entonces sí, porque el matrimonio gay puedes decir que es un derecho burgués por un lado, o puedes decir que es un derecho democrático que nos corresponde a todos los seres humanos y permitirte descubrir qué significa eso. Cuando Andreas y yo nos casamos descubrimos, sentimos por primera vez que teníamos el derecho legal de ser pareja y nadie podría intentar quitárnoslo. Nos dio un empuje combativo decir: nadie puede atreverse a interferir en contra de nuestra relación de pareja, ante la familia, ante la sociedad, ante nuestros amigos, ante la iglesia, ante quien fuera. Y por ello personalmente defiendo ese derecho. En última instancia puedes ver a todo lo que está vinculado en términos de propiedad y la intervención del Estado, pero finalmente decir que nadie te puede quitar ese derecho te acerca a algo más esencial, un derecho humano, es un derecho que nos corresponde por el simple hecho de existir, de poder decir yo quiero estar con esta persona y quiero compartir mi vida con ella; y no porque tenga que ser un dogma, hay personas que tienen relaciones poliamorosas, con diferentes parejas, seas bisexual, transgender (transgénero), la combinación que tu quieras. La cuestión es que si ese es tu camino, tu tienes tu derecho, si no le estás haciendo daño a alguien, de poder vivir esa experiencia.
Escucho atento a Mario, de vez en vez anoto algo en mi libreta, le comparto mi opinión: también está esta posibilidad de acceder a una ciudadanía real, a tener acceso a los mismos servicios de salud y de seguridad social que tienen absolutamente todas y todos los ciudadanos, que pagan los mismos impuestos pero cuyo trato real es diferenciado y desigual por una cuestión de orientación sexual. “Exacto” aclara Mario:
–y que cuando no puedes hacer lleva a situaciones terribles, muy dolorosas y muy costosas, por ejemplo se sabe que la gente que no tiene seguro termina pagando más por servicios médicos, no se vale. Y si no puedes porque no te lo permite la ley porque dice no pues tu eres puto, ¿qué es eso?
Las mujeres de Gabriel
–¡Mario hablemos de las mujeres de Gabriel! Providencia, la amiga puertorriqueña de Gabriel en Nueva York nos remite a esta figura de la cultura gay de los ochenta y de los noventa llamada la jotera, y que además está presente en el cine y la literatura.
–Ajá –ríe- les dicen joteras aquí a una mujer que tiene amigos gays. Bueno, las mujeres son muy importantes en la vida de Gabriel, de entrada. Yo pienso que Gabriel anhelaba tener una relación cercana con sus madre y es algo totalmente natural para él, el acercarse a una mujer, a su feminidad y a todo lo que eso representa. En Providencia y en otras amigas que tiene, como su compañera de lucha Marta, él encuentra esa unión. Yo creo que es algo hermoso, divino y algo que lo acerca más a sí mismo, algo sin el cual él no puede desarrollarse. Todos tenemos los dos aspectos femeninos y masculinos, si no permites uno de ellos en ti es como cortarte a la mitad, por eso ellas son extremadamente importantes. A veces me dicen tienes que escribir la segunda parte de esta novela y tiene que estar centrada en la vida de Providencia. Ríe buscando complicidad.
–Y luego está la relación con Marta, su compañera de lucha. Con ella establece una relación tensa debido a los propios dogmas de Marta. Ella tiene juicios sobre la vida de Gabriel que trata de revestir con su formación ideológica de izquierda.
–Es cierto, tal cual como lo describes asiente Mario y agrega: sería interesante adentrarse de lleno en la experiencia de vida de alguien como Marta ¿por qué ve ella la vida de esa manera? ¿qué está tratando de resolver?, ¿qué conflictos enfrenta también ella en la sociedad? Con más compasión entenderla, porque yo pienso que Marta en el fondo lleva mucho dolor en su ser pero no se permite sentirlo de lleno. Es una mujer dura pero a la vez es dura por necesidad porque es diferente ser gay que lesbiana, es muy diferente. Una mujer lesbiana y además feminista enfrenta toda una serie de agresiones a otro nivel, de hecho mucho más brutal si lo vemos más general, que tiene que ver con la represión que sufren las mujeres, específicamente por ser mujeres y es terrible. Por una lado Marta no quiere abrir su mente, y por otro lado siento tristeza por lo que haya vivido, por lo que la haya hecho ser así. Gabriel no lo entiende, lo discuten ideológicamente pero no lo discuten de corazón a corazón.
–¿Cuáles serían las cosechas de esas semillas que sembró Gabriel?
–Yo creo que viviría más en silencio en su interior, reflexionaría más en silencio, pienso que alguien como él estaría más enfocado en los jóvenes. A lo mejor se centraría en ser maestro, en dialogar con estudiantes y darles el espacio para que manifiesten lo que quieran manifestar sin dogmas, precisamente sin dogmas y dejarlos ser sin enjuiciarlos, permitirles que descubran quienes son y que quieren hacer, en qué quieren contribuir, que se conozcan a sí mismos. Pienso que Gabriel sería alguien así y de esa manera vería cosechadas sus semillas y si alguien se acercase a platicar con él a lo mejor le contaría lo que le pasó, pero no necesariamente diría déjame contarte lo que me pasó. Sería más tranquilo, menos acelerado y azotado, sí. Y hasta cierto punto menos desvergonzado, no en mala onda, no lo digo desde un punto de vista moralista. Él hace cosas que en su momento le vale, incluso se arriesga, lo cual le corresponde totalmente a un joven ¿por qué no?, explora descubre, y esas oportunidades que él mismo se dio tiene que alimentarlas en otras personas y nunca abusar, nunca abusar, ese sería otro fruto. Una integridad pero así absoluta: de declarar no a las violaciones, no al abuso, no al abuso del poder. No, simple y sencillamente no. Un no rotundo a la violencia.
–¿Gabriel usaría alguna aplicación de ligue ocasional?
–Yo pienso que quizá muchas [sonríe y yo con él]. Es que no sé porque pero yo pienso que sí. Gabriel es una persona abierta, que además no resuelve estas cosas en sus relaciones. Entonces, ¿por qué no? Yo pienso que llegaría a otro entendimiento en torno al sexo, a lo mejor es un dogma también pensar que el sexo y el amor tienen que ir de la mano, o a lo mejor no.
–Gabriel en el fondo si quiere una relación de pareja estable. Las relaciones interpersonales son cada vez más variadas, hoy día las relaciones de pareja no necesariamente son duraderas, ¿se adaptaría al mundo de relaciones constantemente efímeras? ¿Dónde estaría Gabriel en su vida personal?
–No sé qué decirte porque es impredecible, depende de tantos factores que casi es imposible de decirlo. Yo pienso que él estaría abierto en general, que aprendería a amarse a sí mismo más y se amaría a sí mismo. ¿Qué posibilidades hay de que tenga una pareja o varias o parejas múltiples? La verdad no sé, depende del mundo en el que se inserte él, pero yo pienso que él ya lo vería sin juicio. Hay una plasticidad en la experiencia humana, hay muchas posibilidades y por qué enfocarse nada más en una, estaría abierto a lo que le trae la vida, y a lo mejor la vida le trae una persona con quien se enamora y con la que haga una vida juntos ¿no?, quizá con variaciones sexuales o no. Es tan difícil definirlo y ahora con tantas posibilidades que hay realmente más, pero sí creo que se rehusaría a enajenarse porque eso es una auto agresión. ¿Para qué vas a participar en cosas que ni te satisfacen en última instancia y que te hacen sentir vacío, que te hacen sentir solo, para qué?
–Una de las mayores cosechas de Gabriel, no solo personal sino colectivamente ¿es la redefinición de una nueva ética sexual?
–Sí, a lo mejor se enfocaría en algo así fíjate. No es fácil, y es algo que a lo mejor sí llegaríamos en una parte de la humanidad, o sea lograr establecer una ética de una libertad real, pero para que haya libertad real uno tiene que entender qué significa la libertad y eso es algo muy complejo porque manejamos conceptos de la libertad, pero una cosa son los conceptos y otra cosa es la experiencia de la libertad; y la experiencia de la libertad yace en el fondo de tu ser independientemente de tus comportamientos. Es más, está totalmente desvinculada de tus comportamientos.
Nos quedamos brevemente en silencio, como si con él se respirara, la música lounge de la cafetería de la librería Torres Bodet se mezcla con algunas voces de fondo, así que le pregunto sin más
–¿Qué lees actualmente Mario?
–El libro que estoy leyendo actualmente, algo lento, es… porque de hecho no he tenido tiempo de leer porque hace mes tuve un infarto, pero hay un libro que estoy leyendo de una mujer que de hecho gano un premio Púlitzer se llama Woman: An Intimate Geography y la autora es Natalie Angier. Es una investigación de lo que significa ser mujer desde un punto de vista biológico, cubre todo en detalle, ella explora elemento por elemento, estoy aprendiendo mucho de lo que quizá incluso las mujeres no saben sobre sí mismas, sobre su cuerpo, sobre su constitución biológica.
Las semillas literarias de Mario Golden
Estamos por finalizar la charla, me intereso por sus escritoras o escritores de literatura y narrativa pilares, y sin dudarlo me dice:
–Un pilar definitivo es James Baldwin, también Toni Morrison y alguien que me llegó al corazón fue Elena Poniatowska, a quien de hecho le ofrecí llevar mi libro, y me dijo que si le gustaría conocerme, así que espero llevarle el libro la próxima semana autografiado y entregárselo en persona, hay muchísimos, pero mira ellos tres son mis pilares muy fuertes. También en el teatro Tennessee Williams, Arthur Miller, que escribió varias obras ¿si las conoces?
–Nunca he visto, una sola puesta en escena de él, ni leído, solo la referencia ¿Y sobre literatura explícitamente gay?
–James Baldwin, porque él era gay, y varias de sus historias tienen historias muy complejas de relaciones de parejas gays, él es alguien quien realmente me ha influenciado muchísimo ¿sí has leído sus obras? (me pregunta con la mirada también y niego con la cabeza). Te lo recomiendo infinitamente, es un excelente escritor, era gran filósofo, pero un gran filósofo, pero además un gran polemizador, alguien que en los debates era impresionante por la manera en que él debatía y la profundidad de sus análisis, impresionante. Es más, a alguien como tú te diría ¡lo tienes que estudiar!, a él y a Audre Lorde, que fue una de las principales activistas lesbianas afroamericanas, una gran poeta. Otra de mis poetas favoritas es Chrystos es nativa americana, también lesbiana.
Finalmente me influyó más la literatura de Estados Unidos porque yo he vivido más tiempo allá, pero por ejemplo alguien como Elena Poniatowska fue alguien a quien yo conocí en el tiempo en el que regresé a México a finales de los ochenta y otros autores latinoamericanos. Pablo Neruda ha tenido una gran influencia en mi, para mí es un dios de la poesía, pero me gustaría conocer y leer de más. He leído un par de libros de Laura Esquivel por ejemplo La Ley del Amor, ¿sí la conoces no? (nuevamente niego), ¡ay la tienes que leer!
Me cuenta de su vida en pareja con Andreas, de sus rituales cotidianos, de su viaje a México. “Algo que tenemos en común es que siempre nos sentimos fuera de lugar en los antros”. Cuando vivió en México Mario visitaba bares gays como el mítico bar 9, del cual Guillermo Osorno escribió una magnífica crónica llamada Tengo que morir todas la noches, donde lo mismo se presentaron Los Caifanes, Café Tacuba, que María Félix.
–Llegué a ir al 9 a finales de los ochenta, estaba El Vaquero, había algunos no tantos como hay ahorita, llegué a ir a los martes de El Taller, creo que en Satélite llegue a ir en una ocasión, pero como realmente no era de ir a bares porque lo que yo quería era tener una pareja, y es casi imposible encontrar una pareja en un bar la verdad. Y la alternativa era tener sexo y el sexo hay maneras más fáciles de encontrarlo, en los lugares oscuros o en los lugares donde sabías que la gente iba al ligue, en los baños.
–En Estado Unidos ¿tienes una vida dramatúrgica activa?
–En Nueva York el teatro es súper importante, hay literalmente cientos de obras de teatro a la semana. Las obras de Broadway obviamente son buenísimas, muchas y tienen actores de todo el mundo, eso es lo más establecido. También hay teatro off Broadway muy bueno. Nueva York es una cuna de teatro y de actuación, también hay mucho teatro latino, en español y de gente de Latinoamérica o de latinos que hablan inglés. Yo fui encontrando mi comunidad en esos espacios y es muy difícil. Aquí no conozco tan bien el medio, no sé por qué me da la impresión de que tiene mucho que ver con quién conoces (ríe). No sé un rollo así muy mexicano.
–Cuando éramos niños íbamos mucho al teatro Blanquita, a ver diferentes obras, me acuerdo que cuando era niño vi Ana Karenina con Silvia Pinal, mis papas nos llevaban, a mi me encantaba.
–En Alemania he logrado montar algunas obras, también con Andreas porque él es director de teatro, colaboramos él y yo. La gente piensa que escribir una obra es muy fácil y no, una obra de teatro bien escrita te lleva al menos 2 o 3 años. Estoy escribiendo (en inglés) ahorita un libro no de ficción sino sobre ¿por qué la humanidad está metida en los problemas que está y cómo podría resolverlos? (ríe), tiene que ver más con espiritualidad, psicología y política, tengo 7 años escribiendo ese libro, espero poder terminarlo el próximo año.Y quiero escribir crónicas en español en relación a México, ya pensé en el título: México entre sueños. En las cuales quiero reflexionar sobre distintos aspectos de la cultura mexicana, desde mi perspectiva estando lejos, en diferentes instancias. México tiene una riqueza cultural invaluable, y yo creo que es la gente que está contribuyendo, eso es algo que amo de México, la diversidad es tan vasta, es fascinante. ¡Ojalá que exploté, que se haga más cultura! ¿El gobierno? Ni maíz, pero lo que tiene que ver con valores arraigados y con riqueza cultural es mucho, es algo que no se va a perder nunca.