El rescate de una pieza esencial de la comedia mexicana de Carlos Monsiváis. “Carlos Monsiváis es único, para nuestra desgracia”, dijo Elena Poniatowska.
Ciudad de México, 20 de junio (MaremotoM).- Aquí vuelve la Doctora Ilustración, más hilarante y temible que nunca. La Doctora regresa esta vez para atender a la flora y fauna de la política mexicana. Si en el volumen anterior pululaban los artistas y poetas, esta vez pasan por su diván lo mismo líderes charros y abyectos funcionarios que jóvenes ávidos por manifestar su apoyo irrestricto a toda causa o seriamente atribulados por la duda de si ya fueron corrompidos o no todavía. Con prólogo de Lorenzo Meyer e ilustraciones de Darío Castillejos, editó MalPaso.
Carlos Monsiváis – (Ciudad de México, 1938 – 2010) fue escritor y periodista. Colaboró en diarios mexicanos como Novedades, El Día, Excelsior, Uno Más Uno, La Jornada, El Universal o Letras Libres entre otros. Promovió los derechos de las minorías sociales, la educación pública y la lectura y apoyó abiertamente la lucha por la diversidad sexual y los derechos de los animales. Escribió múltiples ensayos sobre cine, otra de sus grandes pasiones, y dirigió durante más de diez años el programa El cine y la crítica en Radio UNAM. Escribió cuentos, fábulas y aforismos entre otros géneros literarios, pero la crónica y el ensayo forman la mayor parte de su obra literaria. Una de las principales características de su obra es el humor ácido, la ironía y la sátira política.
Fragmento de El regreso de la doctora Ilustración, de Carlos Monsiváis, con autorización de MalPaso Editorial
ENVANEZCA SU EGO
Epónima Doctora:
Me llamo Inverecundo Altazor y soy cantante de protesta. Quizás usted no tenga muchas referencias mías porque hasta hace poco cantaba, bajo el nombre de Precioso Toño, canciones cursis, sin contenido social, que no pegaban justamente por esa falta de comunicación y compromiso. Un día me pregunté por qué no tenía éxito al interpretar “Pétalo subyugante”, “Rociadito de champú” y “Tururú tururú” y me di cuenta de que mi fracaso no se debía a mis voz o a mi presencia, sino a la falta de temas resonantes como la protesta contra la maldad y la búsqueda de la paz. Cambié de nombre (Inverecundo Altazor me sugiere un ave posada sobre los Andes devorando las entrañas de un tirano), me dejé el pelo largo, me mandé hacer un sarape con la obra completa de Atahualpa Yupanqui tejida a mano, adopté una mirada de fiereza y compuse mis canciones contestatarias “Pétalo del amor a las entrañas de una piedra”, “Rociado de la ira popular” y “Viva el horizonte, Tururú tururú”. He aquí la última letra que he compuesto: “¿Qué me duras, soledad?”
Mejor vete, soledad
Que hoy estoy acompañado.
Me vinieron a buscar cuatro perros y un ganado.
Ya no tengo aquel temor porque el sol me lo ha quitado, cuando me sienta más solo
el día se vendrá a mi lado.
No es porque lo diga yo, pero qué viril denuncia de la sociedad de consumo y qué enfática defensa de los humildes y desheredados. Sin embargo, Doctora, he aquí mi problema. Por más que hago, no pego tampoco como cantante de protesta. Nadie va a mis recitales, no me contratan nightclubs, no se oyen mis canciones en la radio ni en TV, nadie me las compra para hacer películas. ¿Qué hago? ¿Se me discrimina por comprometido?
Firmado: Joven Inverecundo
Joven Inverecundo:
Lo que pega ahora en los círculos chic es la poesía, pero la poesía porque sí y con acento hispánico. ¿Por qué no acomodas la letra de tus primeras canciones con la música de las últimas? Cámbiate de nombre de nuevo, ponte Claudio Badajoz, di que acabas de musicar “Peñas Arriba” de Pereda y asegura que por compromisos previos sólo podrás estar al año una corta temporada de once meses. Ya verás. ¡¡¡El Triunfo!!!
Nacionalistamente solidaria,
Doctora Ilustración (Ph. D.)
DO-IT-YOURSELF DE LA DOCTORA ILUSTRACIÓN (PH. D.)
CÓMO ADQUIRIR LA GRAVEDAD (Y LA GRACIA) DE UN ACADÉMICO DE LA LENGUA
¡Cien años! ¡Veinte lustros! ¡Diez décadas! ¡Dos cincuentenarios! La Republicana Academia Mexicana de la Lengua cumple en 1975 una centuria de ejecutar, ante el pueblo estupefacto, los inmarcesibles tres movimientos: fijar, pulir y dar esplendor. ZOOM al rostro del inventor del idioma. Contracampo a una pirámide de maestros agradecidos de preparatoria. Close-up de Cuerno de la Abundancia. Así, en plena bacanal de amor y admiración por tan benemérita institución, lanzamos hoy la siguiente devota col- mada proposición: usted (¡sí, usted!) también puede ser acadé- mico de la Lengua.
TODOS PODEMOS Y DEBEMOS SER ACADÉMICOS.
Que en 1975 no quede un mexicano sin venera y discurso de recepción a cargo del ilustre y septuagenario escritor Don Fulano de Etcétera: ¿Cuáles son los requisitos para pertenecer luminosamente a lo que llamaremos la Academia Unánime y Global del Pueblo Mexicano y su Lengua? Uno de ellos es la habilidad para hacerse reconocer, en una sola frase, como académico. Para el caso, hoy ofrecemos el siguiente: cuadro de construcciones de frases neta y nítidamente académicas
Reglas: Un académico verdadero jamás dirá: “He tenido de amigos a pura gente azotada” o “El año pasado mis cuates traían muy mala onda.” Tal habla jamás denota (o connota) en los periódicos y en las ceremonias públicas la presencia de un profesional del buen decir, de un experto en la preservación de las raíces y las purezas, de un ecólogo del idioma. El sonido del idioma de un académico es bizarro, gallardo y triunfal. Un académico (mexicano de la Lengua) puesto a describir la falibilidad de sus conocencias, se verá obligado a declarar:
En 1974, mis amigos han sido: asperjados por símbolos cupríferos biselados por dátiles impúberes confutados por crisis escolásticas draconizados por homilías horrísonas embrollados por incantaciones báquicas extrapolados por círculos daltónicos flagelados por ímpetus acústicos granizados por témporas inciertas homogneizados por guiños espantables impelidos por cábalas piadosas inficionados por líquidos infértiles lapidificados por lícitos pedrajos ratonados por momos arcangélicos regurgitados por hálitos pestíferos Zaraceados por untos tumultuosos.
N.B. de la Doctora Ilustración (Ph. D.): El sonido, no nos cansaremos de repetirlo, es la clave. Un académico jamás se muestra, se oye.
APACIGÜE SU ESTRELLA
Desgraciadamente mortal Doctora:
Me atrevo a escribirle para alentarla sobre un nefastísimo plan que pone en peligro el porvenir y el bienestar de nuestra cultu- ra autóctona. Esta no es una carta más de las muchas que recibe (y cuya selección, imagino, es sintomática: lo que se publica res- ponde a un inimaginable número de misivas que evidencia más o menos el mismo cuestionamiento existencial y teórico). Mi mensaje no pide solución de dudas, Doctora, simplemente la previene para que usted, desde su privilegiada posición de rega- zo cultural del país, dé la voz de alarma.
Usted, impertérrita galena, está siendo vilmente utilizada por una banda siniestra que, a través de las publicaciones de su sec- ción, cuela y filtra recados para el extranjero, donde se dice la clave de los días y horas señalados para una grave y mortal emi- gración. ¿Que cómo le hacen? Sencillo. Por ejemplo, en la déci- mo segunda carta que usted seleccionó, en el segundo renglón se podía leer una letra “a” que se insertaba en la segunda pala- bra que aparece en ese segundo renglón y, hacia el final de ese segundo renglón, brotaba (¡qué coincidencia!) la palabra “alu- vión” que sólo aparentemente no discrepaba del contexto, aun- que una lectura cuidadosa desenmascaraba la pretensión (¿qué tiene que hacer una palabra como “aluvión” en una carta fecha- da en el Distrito Federal?).
Así, pues, tome nota:
- Segundo renglón: 2
- Segunda letra de la segunda palabra: 22
- Se tiene que leer 3 veces la frase para que aparezca la palabra “aluvión”: 3
- Si se une la letra “a” con las cuatro últimas de “aluvión” da AVIÓN
En síntesis, el mensaje dice: “D boletos de avión para el día 22 del tercer mes o sea marzo”. ¿Qué quiere decir eso? Que usted, Doctora, es cómplice de las más brutal y despiadada FUGA DE CEREBROS (el saqueo intelectual de México).
¿Qué tiene que decir?
Firmado: Se lo Dije
Señor Se lo Dije:
Ciudad.
Recibido su envío. Imposible localizar Doctora Ilustración. Al parecer salió de viaje.
Doctora Ilustración (Ph. D.)