La respuesta a las especificas necesidades de las víctimas de trata durante una crisis como la COVID-19 requiere del trabajo conjunto de autoridades que ayuden a identificar los perfiles de tratantes, implementar acciones con enfoque de género y fortalecer las relaciones con las comunidades.
Ciudad de México, 11 de mayo (MaremotoM).- La trata de personas existe antes, durante y después de las crisis como la COVID-19. Sin embargo, durante una crisis hay factores que aumentan la vulnerabilidad de algunos grupos de personas frente a posibles tratantes, como el acceso a servicios, pérdida de su trabajo, reducción de jornadas laborales. Estas situaciones pueden poner personas en escenarios donde las necesidades básicas propias y de sus familias pueden verse comprometidas. Al mismo tiempo, también una crisis puede agravar la situación de las personas que ya son víctimas de trata.
Ante esta situación, el Grupo de Protección Global detalla una serie de razones por las que una crisis sanitaria como el coronavirus COVID-19 puede poner a las personas en riesgo de trata de personas que anteriormente tenían un bajo riesgo de convertirse en víctimas, así como exacerbar el riesgo de aquellos que ya eran vulnerables a este tipo de delitos:
–Porque los tratantes aprovecharán el contexto: La COVID-19 a significado cambios y restricciones asociadas a la movilidad de las personas, además muchas personas se han visto expuesta a la pérdida total o parcial de sus empleos. La preocupación por suplir sus necesidades básicas puede hacer a las personas caer más fácilmente en las redes de trata.
–Porque pueden aumentar los desplazamientos internos: En búsqueda de acceso a servicios y alimentación, en algunos lugares es posible que aumente el desplazamiento interno, y con este, la vulnerabilidad de quienes se encuentran lejos de casa y en busca de suplir las necesidades básicas propia y de sus familiares, según sea el caso.
–Porque a que los niños pueden estar más expuestos si hay interrupciones en los servicios educativos o separación de los cuidadores: Ante la incertidumbre económica y de salud, los menores pueden enfrentar interrupciones en los servicios educativos o sus cuidadores pueden enfermarse y quedarlos sin atención, lo que los convierte en un blanco fácil para el tráfico, particularmente a través de la falsa promesa de empleo y educación.
–Porque las formas de explotación utilizadas por los tratantes pueden cambiar: Por ejemplo, las personas que fueron previamente explotadas sexualmente en lugares físicos o públicos ahora pueden ser explotadas en línea o en hogares privados.
–Porque las víctimas pueden carecer de información sobre la COVID-19: En el caso de las personas que actualmente son víctimas de explotación, es probable que estén físicamente confinadas o no puedan escapar de su situación. Como resultado, tendrán un acceso menos oportuno a la información, el apoyo y los servicios relacionados con la pandemia, lo que los hará más vulnerables.
–Porque la falta de ganancias puede aumentar la violencia: La potencial pérdida de ganancias económicas por parte de los tratantes puede significar un peor trato aún para sus víctimas.
–Porque no se pueden distanciar socialmente: Las personas víctimas de la trata pueden no tener la capacidad de aislarse a sí mismas o distanciarse socialmente de otras, especialmente si se ven obligadas a proporcionar servicios sexuales o trabajo.
–Porque a menudo no poseen documentación y esto dificulta el acceso a servicios: Muchas veces la identificación o pasaporte son retenidas por los tratantes, lo que entorpece su acceso a servicios de salud, y les deja vulnerables al abuso, la detención y la revictimización por parte de las autoridades que imponen cuarentenas y gestionan puntos de control que han fortalecido las medidas de control durante la pandemia.

–Porque las víctimas no se encuentran en un estado óptimo de salud: Muchas personas víctimas de la trata sufren graves formas de maltrato, incluida la violación, el trabajo forzoso, las palizas físicas, la tortura, el hambre, el abuso psicológico y la privación de tratamiento médico, lo que debilita la salud de las víctimas de la trata, lo que puede hacerlas más vulnerables a infecciones severas, como COVID-19.
–Porque los recursos humanos y económicos pueden ser destinados a otros lugares durante la pandemia: Los fondos designados para la ayuda legal, policial y psicológica que requieren las víctimas de la trata, así como los fondos designados para combatir este crimen pueden ser redirigidos para ayudar a aliviar los efectos de la pandemia, dejando momentáneamente más desprotegidas a las víctimas de trata.
La respuesta a las especificas necesidades de las víctimas de trata durante una crisis como la COVID-19 requiere del trabajo conjunto de autoridades que ayuden a identificar los perfiles de tratantes, implementar acciones con enfoque de género y fortalecer las relaciones con las comunidades. Para obtener más información para la asistencia a esta población, recomendamos la lectura de Las Acciones Claves para los Actores de Protección incluidas en el documento de GPC “Pandemia COVID-19: Consideraciones sobre la trata de personas en contextos de desplazamiento interno”.