Que alguien desconecte a Mauricio Macri

Ciudad de México, 18 de abril (MaremotoM).- Cuando ganó Mauricio Macri lo vi bailar en el balcón de la Casa Rosada. La primera medida que tomó fue derogar la Ley de Medios, un sistema que ponía al país en un avance democrático superlativo, sobre todo en estos tiempos, cuando los organismos independientes de información hacen algo para equilibrar la dictadura mundial y el control sobre lo que se dice es mucho más notorio y ostensible que hace cuarenta años.

“Toda nuestra vida, actualmente, está de alguna manera regulada a través de los medios digitales. Entonces, es absolutamente crucial saber quién controla estos medios digitales. Esta es la mayor amenaza para nuestra libertad. Ni siquiera somos conscientes de ello, ya que no lo experimentamos como falta de libertad. No es como los viejos tiempos del estado policial, donde miras a un lado y ves a un hombre siguiéndote. Te sientes totalmente libre, pero todos tus movimientos están registrados y estás sutilmente manipulado”, aseguraba Slavoj Žižek, el autor de El sublime objeto de la ideología.

Pero irle a Mauricio Macri con Slavoj Žižek, es hablar del frío en invierno en Cuba, de lo terrible que resulta que Madonna esté al lado de Maluma (a los cultores del reggaetón), que hablar de los piropos cuando pueden ser antesala del acoso (sobre todo a él, que mira a las mujeres y les dice: ¡Qué lindo culo que tenés!”). No solamente no entiende porque ignora, no entiende porque además está del lado “hedonista” de la vida.

Su existencia es “divertida”, “amena”, algo así como para bailar en la Rosada, algo así como ser el poder tal como lo entendemos hoy y lo entendíamos en los tiempos de Roma.

Mauricio Macri se parece mucho a Muamar el Gadafi. Hace muy poco vi un documental sobre el espía egipcio Ashraf Marwan “El Ángel” y estaba el ex Presidente de Libia súper joven, con una estampa igual a un galán de Hollywood. Cuando murió parecía el Diablo y de todas las acusaciones sobre él me creí lo de la cocaína. Es cierto. Él jamás ni tampoco Mauricio Macri se chutarían un cigarro con marihuana y bailarían en el amanecer a las orillas de un mar o de un río.

Lo de ellos es andar de mecánicos, automáticos; físicamente Mauricio se parece cada vez más a Franco, su padre. Esos hombres rubios que tienen cierta prestancia cuando son jóvenes, pero luego se van transformando hasta ser como el monstruo con el que nos asustaba nuestra mamá.

Todo está en la cara de Mauricio. Tiene ojos azules como los que tiene Alfredo Astiz y te encandila con la mirada, pero su rostro no tiene un rasgo humano. Parece un robot. No hay maldad ni bondad ni algo con lo que podamos emocionarlo. ¿Tal vez Boca?

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Es probable. Tal vez su hija, porque al lado de su mujer parece ser el hombre que como Franco tenía a las damas como trofeo. Juliana Awada se parece a él en lo inexpresivo, son esas mujeres argentinas que parecen estar más allá del bien y del mal, aunque la esposa de Macri ha tenido que luchar mucho para parecerse a lo que quería ser. Es de Villa Ballester, se hizo empresaria textil explotando a los migrantes y tanto ella como él son acusados de pederastas, algo que se incentivó con la reciente y extraña muerte de Natacha Jaitt (jugó con el fuego del poder y las llamas la envolvieron sin que pudiera defenderse).

Macri y Awada disfrutaron en 2010 de su luna de miel en la casa del pederasta, condenado por la justicia de Argentina, Gabriel Conde, una denuncia hecha por Rachel Holway, fundadora y portavoz de Alerta Vida, una ONG dedicada a la persecución de tratas de pedófila en Argentina.

Lorena Martins (que vive en México) dice que “Mauricio Macri pedía niñas menores de edad”.

“Macri y Awada pedían menores para explotación sexual”, dice Rachel Holway, quien ha visto como todos sus denunciados, menos la pareja presidencial, han sido apresados por el fiscal Federico Delgado.

El poder esconde pero también muestra todos esos costados que lo hacen. Es como el Imperio Romano. Cada vez la humanidad se parece más a las películas de romanos que veíamos los fines de semana. ¿Jair Bolsonaro en la presidencia de Brasil, acusado de asesinar a la diputada Marielle Franco? ¿Macri como el hombre que manda más en la Argentina, perdonándole a su propia familia más de 70.000 millones de pesos por la deuda del Correo?

Un mundo en decadencia: los mandatarios poniendo en la calle tarros de basura inteligentes para que los pobres no lo saqueen, una jubilada que se salva gracias a las maniobras de la conductora del metro que impidió que se suicidara, alguien que te pide por favor que le mandes 200 dólares en esta emergencia argentina (deberá devolver casi 10 mil pesos para llegar a esa cifra) y tú que pides un milagro, que alguien desconecte a Mauricio Macri, como esas baterías Duracell que duran mucho pero un día…un día.

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