La editorial también tiene un nuevo libro del italiano Roberto Saviano (que parece regresar a su natural Camorra) y una sátira sobre Inglaterra, La cucaracha, de Ian McEwan.
Ciudad de México, 23 de enero (MaremotoM).- ¿Cuál será el año de Anagrama? Lo fuimos a preguntar a su coordinadora para Latinoamérica, Lluisa Matarrodona, que como una madre recién estrenada (¡Bienvenido, Bruc!), tiene toda la energía para hacer crecer a esta editorial, fundada por Jorge Herralde en 1969.
No es claro que Anagrama tenga que ser presentada o que todos –muchos- lectores de culto tengan que ser convencidos, pero con vistas a los nuevos lectores (no todos leen Bukowski ni Martin Amis), hay que hacer resurgir a los nuevos libros y sobre todo conocer a estos nuevos escritores que llenarán los libros de portadas amarillas.
Lluisa es entusiasta y tranquila. Tiene el carácter ideal para manejar una empresa que ha cambiado mucho en los últimos años. Hay una nueva editora, Silvia Sesé y ahora una nueva directora, Eva Congil, que antes dirigió Salamandra y que como tal –Matarrodona está muy expectante por eso- conoce muy bien todo el tema latinoamericano, que también ha cambiado mucho.

En ese sentido, hay mucho por esperar en lo que hace a narrativa hispánica y Lluisa así lo confirma: “La idea es mantener un buen catálogo de literatura hispánica y apostar por nuevas voces, tanto de España como de Latinoamérica”.
“Este año nos llega un libro de la escritora venezolana Michelle Roche. Una novela histórica basada en los años ’20 de dicho país. La cuenta una chica joven, con un trasfondo periodístico e histórico muy fuerte”, agrega.
–Aparece la quinta novela de Juan Pablo Villalobos
–Esa novela está muy padre. La leo con un punto de vista parecido al suyo, esto de Barcelona y de México, cómo se van metiendo esas costumbres de allá en su propia literatura. Yo soy mexicano y todo, dice Juan Pablo, pero tiene esos inputs que le llegan de su vida en España. En su novela La invasión del pueblo del espíritu no dice de dónde es y crea un distopia de un futuro inmediato. En Barcelona hay mucha migración pero él no dice de dónde son, lo mismo los argentinos a los que le dicen “conosureños”, es la historia de dos personajes, dos amigos de 50 años, que llevan tiempo viviendo en Barcelona y tienen un restaurante que lo van a cerrar. Hace esas olas de migración, contando que hay un restaurante de tapas regenteado por chinos. Hace un juego con la migración, hasta que llega que el ser humano en realidad vive una migración de un planeta fuera de la Tierra.

–¿Qué otras cosas hay en narrativa hispánica?
–Va a salir un nuevo libro de Guadalupe Nettel, tan esperada, es una novela que se llama La hija única. La última fue de hace cuatro años, Después del invierno. Va a salir una nueva novela de Alejandro Zambra, Poeta chileno, que se localiza en Chile en los ’90, con dos personajes que se conocen de jóvenes y más tarde se vuelven a encontrar.
–¿Mariana Enríquez cuando llega a México?
–No ha salido aquí, llega a finales de este mes. Nuestra parte de noche es un súper novelón, Premio Herralde, la esencia de lo gótico, es la consagración de Mariana con el tema del terror. Ambos, Juan Pablo Villalobos y Mariana Enríquez vendrán en el año, una a la Fiesta del Libro y de la Rosa y el otro a la FILEY, de Mérida. Vienen unos cuentos del recordado Ricardo Piglia, también muy esperado.
–¿Qué pasa con los españoles?
–Hay una nueva novela de Gonzalo Torné, El corazón de la fiesta. Con él pasa lo que nos pasa con muchos españoles, con autoras muy famosas en España, como Carmen Martín Gaite, no son muy populares aquí. No despegan en México.
–De todas maneras hay que esperar, porque con Sara Mesa, con Cristina Morales…
–En el caso de Cristina es una cosa generacional, es muy española en el estilo y en las formas, pero los temas, esa cosa radical, si enganchan mucho. Las nuevas escritoras son bastante radicales en Anagrama. Se va a recuperar los primeros dos libros de Cristina Morales y otra autora importante en Anagrama y le está yendo bien aquí es Marta Sanz. Saca nueva novela, de la saga policial, acaba de sacar un libro de ensayos sobre el feminismo. No es nada impostada, es muy honesta, es sencilla y plana, muy clara.

–¿Sale nueva novela de Roberto Saviano?
–Sí, Beso feroz, una novela sobre las andanzas de una banda de adolescentes de la Camorra y a la vez una impactante crónica de la sangrienta realidad napolitana. Es la historia de La banda de los niños, que comienzan a introducirse en el crimen.
–Tienes a Ian McEwan
–Sí, con una nueva novela, La cucaracha, que hace al revés de Franz Kafka y habla sobre la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos. Habla de estos personajes peligrosos como Donald Trump, que terminan gobernando el país. Me gusta mucho McEwan, desde siempre, pero en sus últimas novelas no se ha estancado en sus temas, se ha diversificado mucho y le sale muy bien.

–¿Todavía siguen sacando los libros en honor a los 50 años?
–Faltan algunos. Acabamos de sacar Canadá, de Richard Ford, Expiación, de Ian McEwan, viene uno nuevo de Amelie Northomb y uno nuevo de Caitlin Moran,
Cómo ser famosa. Hay un autor nuevo, vietnamita norteamericano, que se llama Ocean Vuong y que ha hecho la novela En la Tierra somos fugazmente grandiosos. Es la apuesta del año. Es poeta y ensayista y la novela está basada en su historia. Es vietnamita, homosexual, le cuesta mucho aprender el inglés y su libro es brillante.
–¿Cómo les ha ido el año pasado con el último libro de Karl Ove Knausgård, Fin?
–No nos fue mal porque es el último, sobre todo entre los fans de Karl Ove Knausgård. El primero y el segundo son muy buenos y se estancó un poco a partir del tercero.
–¿El colgajo, de Philip Lançon?
–Estamos esperando, porque ese libro salió a finales de año, llegó en noviembre y quedó un poquito soterrado. Vamos a ver hacia dónde va. Nos encantaría que el autor viniera.
–¿Cómo está Anagrama en México, con editorial Océano?
–Tenemos una directora nueva, que va a hacer un cambio provechoso para la editorial. Conoce muy bien cómo funciona el mercado latinoamericano. Anagrama va muy bien, ahora mismo gracias al trabajo de Océano se ha desatorado Educal y el Fondo de Cultura Económica. Los libros se imprimen aquí, todos los compactos y lo que sabemos que se va a necesitar un gran volumen. No se puede imprimir todo aquí, dependes un poco de la importación. Para mí es una gran responsabilidad estar a cargo de Anagrama, cada día sé más, el tema de distribución, el de prensa, cuando llegan los embarques de España. Me gustaría mucho retomar manuscritos y lograr proponer algún autor mexicano, estoy abierta a recibir cosas y también me gustaría darle más importancia a nuestro Premio de Crónica Sergio González Rodríguez.