Vivian Abenshushan: “Soy un poco forastera en torno a la literatura mexicana”
La obra, editada por Sexto Piso, se presentó en U-Tópicas, con la participación de Gabriela Jáuregui.
Ciudad de México, 19 de julio (MaremotoM).- Hace diez años la escritora Vivian Abenshushan comenzó Permanente obra negra, libro editado por Sexto Piso que surge de la experiencia que vivió como negra literaria, una práctica normalizada en la industria editorial que consiste en que una persona escribe los textos que serán firmados por otro personaje “más célebre” que, ante el ritmo de trabajo tan acelerado que le impone la producción capitalista, no tiene tiempo de realizar sus propias actividades.
“El libro nació cuando decidí ser escritora y ante la precariedad que vivía acepté realizar un trabajo de ‘negra literaria’ como lo hacen muchas personas: por una necesidad alimentaria. Sentí subsumido mi trabajo en las necesidades de otros, comencé a entender lo que era esta práctica y cómo se movían los hilos de la industria literaria, su explotación simbólica y su transformación”, dijo Vivian.
Acompañada de Gabriela Jáuregui, llevada a cabo en la librería y galería de mujeres U-Tópicas, en el corazón de Coyoacán, destacó que este libro “como forma de emancipación” se basa en la idea del plagio como una forma de devolver lo que ha sido robado por los autores.

“El autor que acumula de algún modo toda esa información poniéndole en soledad su nombre, como si no supiéramos todas y todos los que hemos escrito alguna vez de que algo que escribimos es de palabras prestadas, palabras de todas y todos y que hay distintas formas históricas en los que la autoría se ha tratado de desplazar”, comentó.
Vivian Abenshushan expuso que Permanente obra negra está hecha de palabras y testimonios de otras personas, de negras literarias, de esclavas que escaparon de las plantaciones de algodón, del primer capitalismo en Estados Unidos y su propia experiencia metida junto con la de otras mujeres, a fin de dar voz a las y los sin voz.
“Las lectoras y los lectores se convierten en coautores del libro que a su vez se está convirtiendo todo el tiempo en el ejercicio de la lectura misma, por los cruces que va generando, por las relaciones inéditas o constelaciones, para hablar de las citas que luego se reencuentran en el espacio de la lectura”, manifestó.
Gabriela Jáuregui calificó la obra como un translibro, porque existen varios géneros dentro del mismo y se expande de varias formas. Además, dio a conocer que consta de cuatro formatos de publicación, tres impresos: tradicional, tipo fichero y suajado y una versión digital cuya interfaz diseñó Medialabmx y que cuenta con un algoritmo que hace que las fichas del libro se mezclen de manera aleatoria durante su lectura.

“La estructura está dividida en seis libros dentro del libro (o narrativas) y cada una de ellas tiene una tipografía distinta que las caracteriza […] La parte que más me cautivó es la de las negras literarias, porque ¿qué es lo que hace una negra literaria? Plagiar, puesto que ella misma ha sido plagiada, ausentada de sí misma, robada […] Como ser nadie, como desaparecer”, señaló
Los negros literarios son una existencia inexistente, una explotación, vaciamiento de la identidad cuya narrativa comienza desde la antigüedad, desde la historia de la escritura. Por lo que Vivian traza en paralelo la historia de la escritura y al mismo tiempo hace una crítica brutal al colonialismo y capitalismo fundados en la esclavitud, por ello la lectura de Permanente obra negra en cualquiera de sus formatos, “libera o atrapa”.