Ahora, el FCE invita a la exposición Zapatas y zapatistas, de Edmundo Font, en la Galería Luis Cardoza y Aragón del Centro Cultural Bella Época.
Ciudad de México, 4 de mayo (MaremotoM).- “Un Embajador es un tipo gordo que anda por tu país, a quien le dieron el puesto como favor pagado tras una victoria electoral y que no tiene ni la más mínima idea del idioma, sin mencionar las costumbres, especialmente si es americano; a veces puede tratarse de una mujer, pero no se dice “Embajadora”, siempre queda en masculino singular. No he conocido a muchos embajadores. Uno de los que traté era brasileño y también pintor, al estilo de Mondrian: muchos cuadrados multicolores.
Edmundo Font es nuestro embajador de México y como la mayoría de los embajadores es un tipo agradable (imagino que así deben serlo), pero también es un pintor considerablemente talentoso que ama mi isla genuinamente y que pinta con lo que solo puede llamarse: un decente frenesí. El embajador trabaja en acrílicos, un medio por el cual tengo un estúpido desdén, aunque mi hijo lo usa también; pero allí está lo que ellos llamaban el origen de esas grandes y vigorosas telas.
El Señor Font es un mexicano y como cualquier buen artista, agota y dramatiza los clichés históricos de su país. Tiene retratos vigorosos que rinden homenaje a personajes como Emiliano Zapata; pinturas frenéticas, excitables pero efectivas del Día de los Muertos con calaveras totémicas e inmensos sombreros, hechas con pintura que suele verterse sobre las superficies y luego trabajadas y apuradas con pinceladas lineales para indicar dibujos más cercanos a los grafitis que a la academia.

Tras su reciente llegada, llevamos al embajador y a su esposa a Cas En Bas, esa salvaje y preciosa playa en la costa atlántica y el embajador enloqueció y produjo grandes lienzos de esa escena con una pasión devoradora. Lo más fuerte de estos lienzos es el amor por el lugar, mismo que él trata de reverenciar vehemente y repetidamente. La energía, dignidad e incluso poder del embajador son sobrecogedores. Ha hecho otras series sobre — ¿qué más?—. Los “Pitones”, es una serie incluso más poderosa que las series de Cas En Bas: deberíamos todos estar contentos de que él esté entre nosotros y de que la crónica de su estadía haya sido tan fenomenalmente productiva. Desde luego yo he escrito esto desde la amistad así como desde el respeto. ¿Por qué sino perdería mi tiempo?”, ha escrito el Premio Nobel Derek Walcott (1930-2017).
Ahora, el FCE invita a la exposición Zapatas y zapatistas, de Edmundo Font, en la Galería Luis Cardoza y Aragón del Centro Cultural Bella Época.
Este singular homenaje a Emiliano Zapata, en el Centenario de su trágica desaparición, surgió a partir de una obra de Font exhibida de manera permanente en el Museo de la Casa Natal de nuestro héroe legendario en Anenecuilco, la que fue incluida en una serie iconográfica sobre la Revolución Mexicana celebrada en el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México.
Poeta y diplomático, Edmundo Font (Tampico, 1953) incursiona en la pintura desde hace una década y media, de manera autodidacta. Es autor de varios libros de poesía y traducción que enfocan el tema de la creación en las artes plásticas y considera que esta otra vocación suya parte de una inquietud vital plasmada ya desde su primer plaquette “Otra Vez Guernica”, que contó con ilustraciones del maestro Benito Messeguer. Su libro de poesía “Carne de Azul Desierta”, publicado por la Universidad Metropolitana también fue destacado con dibujos del Maestro Gilberto Aceves Navarro. En síntesis, los trabajos de Font mantienen un diálogo permanente con la tradición pictórica de grandes maestros del pasado y del presente y la selección de trabajos de esta exposición dedicada a Zapata, lo denota así también.